… el sentido de la economía popular a lo largo del tiempo, en tanto proceso y no en tanto coyuntura, podemos hablar de verdaderas transformaciones? puede una idea de este tipo guiar un proceso de reflexión y un mapa de acción en torno a la economía y la vivienda popular? como componer la idea de revolución en cámara lenta con el concepto de «integración urbana»? como componer la idea de revolución y la idea de una economía (la popular) que no se parece a la economía tradicional moderna, apoyada en el paradigma de la producción y del trabajo formal?
una reflexion sobreAvant premiere de Ignacio Zuleta . Periodista y consultor político. Editor responsable de www.zuletasintecho.com
https://www.clarin.com/politica/gobierno-gremios-descuentan-costo-paro_0_HJWHWOpWQ.html
Acuerdo francisquista por villas
- Hay que entender este punto para no distraerse con los humos del marketing. Nada de lo que hagan los gremios le sacará muchos votos al electorado moderado que sostiene a Cambiemos, que tiene como lema superior impedir un regreso del peronismo al gobierno. En esto enlaza con otros emisarios menos líricos, como son los hombres de negocios, que siguen preguntando sobre la sustentabilidad de este ciclo político. Sí tiene el oficialismo algunos elementos para extender su acción hacia sectores en donde el voto para Cambiemos es difícil, pero a quienes les termina brindando reformas, que bajo otra música serían escuchadas como un capítulo de una revolución. El viernes, cuando los sindicalistas se peleaban con las damas de Cambiemos en Mar del Plata (Vidal, Stanley) y el senador Esteban Bullrich, los delegados de las organizaciones sociales (CTEP., Bario de Pie, Evita) conversaban en el Congreso sobre los detalles finales del proyecto de expropiación de tierras ocupadas en villas de todo el país, para darles los lotes a sus actuales ocupantes. Según el grupo de diputados y activistas sociales que concurrieron, este miércoles podrá firmarse el dictamen, y podría aprobarse en la sesión del 4 de julio próximo.La iniciativa tendrá el voto mayoritario de todas las bancadas, como ocurrió con otro proyecto bautizado a la distancia por el papa Francisco: la expropiación de las tierras en muchas de las 4.236 villas que fueron censadas en año pasado. Ahora viene el momento de perfeccionar los derechos de los ocupantes. El 60% de esas tierras son de particulares, pero en su mayoría con más de 5 años de ausencia de los propietarios. Las compensaciones por la expropiación – el pago que hará el Estado- se conciliará con las deudas por impuestos y tasas de esos propietarios originales ausentes. Otros asentamientos fueron forzosos y el plan prevé compensar a sus dueños. Y el otro 40% son tierras fiscales.
El kirchnerismo, enojado
- Nadie mira muy de cerca este proceso, que pone a la dirigencia por encima de las inquinas de ocasión, y revela la intención de los negociadores de esta revolución en cámara lenta, de representar a sectores de la sociedad cuya conducta no registra el sistema. Una de las señales de la crisis política argentina es que los dirigentes saben qué representan, pero no a quién representa. Esta búsqueda de una representación genuina explica constancias insólitas de este debate. Juan Grabois, responsable de la CTEP y gerente principal del proyecto, entró en conflicto con sectores del peronismo cristinista – a algunas de cuyas manifestaciones suele asistir – es su opción preferencial -, porque no se les dio a los partidos y sus caciques el juego que pretendían. En una de las comisiones que trató este proyecto de regularización dominial, el jefe del peronismo provincial, Fernando Espinoza, criticó el censo de villa y exhibió papeles que demostraban que los intendentes no habían sido consultados ni participados. Nadie respondió, quizás porque se sabe que ese censo y esta ley sale porque se tramita por afuera de las estructuras convencionales. De paso, Grabois se ha apartado por esta y otras razones, del proyecto de las organizaciones que él anima de armar un partido político (En Marcha, ya tiene marca) y de la idea de ser candidato el año que viene. Dice entenderlos a quienes buscan un partido, pero que su pelea hoy es por la representación de los excluidos. El kirchnerismo lo critica por lo bajo – no se animan a confrontarlo en la superficie, salvo en alguna página web, porque teme los efectos de su liderazgo. Lo señalan como el garante de la paz en las calles, por la cantidad y la calidad de su capacidad de movilización. Y lo último que quiere el peronismo formal es que haya paz en las calles. Igual, la ley avanza entre las peleas de bloques, las huelgas y la fase de grupos del Mundial. Tendrá voto mayoritario y la saludan desde Grabois hasta Carrió – curiosamente, no se conocen; el día que ocurra habrá una marejada. La jefa de la Coalición califica al proyecto de “genial”. Que conste en actas.
aquí la opinión de los expertos sobre la ley de expropiación:
La columna de opinión me pareció decepcionante, muy pocas ideas con respecto a un tema con una potencia tremenda. un criticismo tibio que aplanaba cualquier «multidimensionalidad» como decía alguno de los expertos. el carácter procesual del fenómeno urbano, del cual la ley de expropiación es solo una fase, parece muy desatendido, así como la relación entre los procesos de los diferentes modos de urbanización, que nos guste o no son concurrentes y se afectan y realimentan entre sí. Me parece que la mirada académica no contribuye a la justicia socio-espacial si transforma el problema de la vivienda popular en un género, lo aísla aunque su intención sea la contraria, es de alguna manera estigmatizante; la urbanidad popular es el término de una relación (asimétrica, violenta si se quiere, injusta, pero también llena de potencialidad), y debe ser estudiada al mismo tiempo que los demás términos de esa relación. La urbanidad es un sistema no una pirámide de géneros o temáticas.