Fue en 1943 cuando un ingeniero bahiense llamado Domingo Pronsato hizo público un artículo dando a conocer la idea de aprovechar todos esos territorios y crear una nueva provincia que tuviera salida a los dos océanos. El proyecto de unión incluía la construcción del ferrocarril trasandino, con el aval de autoridades chilenas para la creación de esta nueva región geopolítica.
Pronsato sostenía que tanto en Río Negro como Neuquén había suficientes riquezas naturales para desarrollarlas y que, en calidad de territorio, como estaban en ese momento ambos estados, era imposible que alguien las hiciera. Como parte de su proyecto, también pretendía anexar a esa región una parte de La Pampa (también territorio nacional) y el sur de la provincia de Buenos Aires, donde la ciudad de Bahía Blanca, se convertiría en la capital de ese estado que tendría dimensiones increíbles: casi 300 mil kilómetros cuadrados.
Las ideas independentistas de la ciudad que se había levantado alrededor del puerto bonaerense no eran nuevas. Precisamente el artículo que escribió Pronsato fue publicado en el diario La Nueva Provincia, nombre no casual que alude a otro proyecto similar pero no tan amplio como el que proponía el ingeniero. En Bahía la sociedad estaba más que entusiasmada por convertirse en la capital de un territorio nuevo, rico y con capacidad de desarrollo. De hecho, en varias oportunidades se habían juntado firmas para peticionar a las autoridades nacionales, aunque sin mayores resultados, frente al centralismo de Buenos Aires.
https://www.lmneuquen.com/neuquen-y-rio-negro-iban-ser-una-sola-provincia-n547031