Mauricio Corbalan, junio 2015. Publicado en Revista Mancilla n° 10 en el dossier «reflejos de Buenos Aires.
«La navegación se inicio antes del mediodía. Provistos de chalecos salvavidas, un grupo de 16 vecinos de la asamblea de Saavedra se subieron a los gomones. Las tres embarcaciones enfilaron por el canal con la intencion de remontar el curso del arroyo Medrano desde su desembocadura en el Rio de La Plata. El objetivo era inspeccionar el entubamiento. Al pasar por debajo de la autopista, las embarcaciones redujeron la velocidad. Al frente estaba la entrada a los túneles. La luz otoñal y oscuridad profunda de la entrada de los túneles.»Se puede entrar?»…
«El sistema hidrológico natural de la ciudad, sus arroyos y cañadas, han quedado subsumidos hace décadas en la infraestructura de saneamiento. No es posible dividirlos o extraerlos el uno del otro. Son inextricables. El valle de inundación, las lindes de zanjas y arroyos fueron ocupados por población de baja renta, constituyendo en muchos casos urbanizaciones espontáneas, sin planificación, altamente vulnerables a las inundaciones».
«La ocupacion de humedales, la impermeabilización del suelo, no entraran por ahora en la categoría de crimenes de lesa humanidad, pero si en la de daño ambiental colectivo. No hay catástrofes naturales, hay construcciones sociales. No fue la lluvia la que los mato, fueron los condicionamientos que el saneamiento y los regímenes extractivos de propiedad que se le impusieron al suelo.»